Bueno, aquí os dejo unas fotos de mi primer día en Roma. Si esperabais fotos más tradicionales y turísticas… me alegra decepcionaros.
Esta es la vista desde mi habitación:
Este es mi lugar de trabajo:
Aquí os dejo unas fotos de esas trampas que son los semáforos en Roma:
Esta quiere decir que pases, pero sin pensártelo mucho, a paso ligero.
Y esta quiere decir que corras por tu vida.
Y esta figura, que es roja aunque en mi pantalla no se ve así, si la veis y estáis en el paso de cebra quiere decir que vais a morir, porque los coches allí no paran ni en los stops.
OH! No se me olvide! Os enseño una muestra de arte vanguardista que mezcla lo mejor del postimpresionismo con el cartelismo comercial, una maravilla.
Os ha emocionado ¿verdad? Es cierto eso de que Roma está llena de arte por la calle, de hecho os enseñaría fotos de camellos, putas y policías que es lo que vi la única noche que salí por Roma, ¿no es maravilloso sentirse como en Barcelona?
En fin, ya me callo. Tengo demasiado tiempo libre y no sé que hacer con él, de momento creo que voy a empezar a leer este libro que me regalo Holly Golightly.
No sé si va con alguna segunda intención lo del título. Y ahora, citando mal a Casavella, porque no tengo aquí su libro, creo que decía que la primera vez que leyó a Bukowski le parecía que más que estilo tenía «estilillo» y que era entretenido, pero nada más. Tiempo después pensó que eso ni siquiera era importante, valoraba la perseverancia y la actitud de un tío que no vivió de la literatura hasta los 50 años, le gustaba la idea de que alguien pudiese decir a toda la América conservadora (ahí va un pleonasmo)* y a los tótems de la literatura del momento «no habéis podido conmigo». Los que hayan leído a Bukowski ya se habrán dado cuenta de que es alguien a quien el sistema no comprende y no va a hacer nada por incorporarlo si no cambia del todo, pero Bukowski no quiere formar parte de ese mundo y demuestra que tiene el convencimiento y la tenacidad que se necesita para sera escritor, poeta o incluso corredor de apuestas. No hay pose en Bukowski y eso le aparta de lo académico. En fin, alabado sea, seguiremos su ejemplo, no sé si seremos capaces, yo por mi parte voy a ir al Vaticano para pedir que lo canonicen.
Y para acabar, estoy un poco cansado, dejo un poema que leí ayer y no sé si será por el lugar donde estoy demasiado solo o qué pero no dejo de darle vueltas. Alguien ya sabrá de quién es.
* Para los no filólogos:
pleonasmo.
(Del lat. pleonasmus, y este del gr. πλεονασμός).
1. m. Ret. Figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho; p. ej., lo vi con mis propios ojos.
2. m. Demasía o redundancia viciosa de palabras.
Es que a veces me pongo estupendo eligiendo las palabras.